Cualquier persona humana de sexo masculino y en edad de merecer, sabe que no siempre que se produce una erección la cosa tiene que ver con una excitación sexual. Todos nos hemos levantado por la mañana en "ese plan" cuando lo único que quiere el pobre pene es oxigenarse.
Hay una enfermedad que consiste en una erección prolongada y muy dolorosa del pene y que en ningún momento está relacionada con el deseo sexual, el "priapismo".
El nombrecito viene del dios Príapo, hijo de Dioniso y Afrodita, que en la época griega era el guardián de los jardines y las viñas, y que, con los romanos pasó a ser símbolo de la fertilidad. El pobre tenía un colosal pene que estaba dolorosa y permanentemente erecto como castigo a una violación que, presuntamente, había cometido.
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